Reflexionessobre la adolescencia
Al sentarme a pensar sobre la realización deeste trabajo, me plantee dar respuesta a varios interrogantes que me formulocuando reflexiono sobre el ser del adolescente, a saber:
· ¿En qué consiste laadolescencia?
· ¿Cuál es el rol de la pubertad?
· ¿Qué cambios suponen (pubertady adolescencia) a nivel del psiquismo?
· ¿Qué obstáculos debe sortear unpúber para convertirse en adolescente?
· ¿Cuáles son las principalestareas que deben llevar a cabo los adolescentes?
· ¿Cuándo culmina esta etapa?
· ¿Podemospensar a la adolescencia como una etapa que tiene comienzo y fin?
Seme ocurren otros planteos, pero considero que deberían formar parte de unestudio más amplio, dado que rayan con lo sociológico:
· ¿A qué se debe el fenómenoactual de Adolescencia tardía?
· ¿Por qué muchos integrantes denuestra sociedad no parecen dispuestos a dejar atrás este tiempo evolutivo?
Sindudas, la adolescencia, etapa desconocida en otros tiempos o culturas, paso aconvertirse en un fenómeno social arrollador, puesto que hace su aparición enedades cada vez mas tempranas y parece poco dispuesto a ser dejado atrás, comolo demuestran gran parte de los adultos que hacen culto de la eternajuventud.
Desarrollo
Sigmund Freud planteo que la pubertad acometesobre el sujeto como un nuevo desafió a la plasticidad de su organizaciónpsíquica, ya que sucederán cambios a nivel corporal que habrán de forzar unaexigencia de trabajo psíquico. La subordinación de las pulsiones parciales a laprimacía genital, el hallazgo del objeto exogámico que las satisfaga, larenuncia a los objetos incestuosos, junto a la asunción de una identidadestable, acarrearan un reordenamiento y una resignificación dentro de losterrenos intrapsíquico e intersubjetivo, que de no haber grandes perturbacionesproducirán el salto cualitativo que dará lugar al advenimiento del sujetoadulto.
No hay en Freud atisbo alguno de lo que hoyconocemos como fenómeno adolescente, ya que la representación de este fenómenoa nivel de lo mental y de lo social recién comenzaba a tomar forma. (En lassociedades precapitalistas la adolescencia no existía, al menos como laconocemos hoy, el pasaje de la infancia a la adultez quedaba facilitado porrituales de iniciación).
Ubicadacomo lugar de transito entre la infancia y la adultez, la adolescencia seapuntala en el emergente somático que indica la hora de un cambio, pero nobasta la conceptualización biologista para dar cuanta de este tema. La ausenciadel fenómeno adolescente en otras culturas, sociedades y épocas, y laspeculiares características que toma en las que si existe no puede ser explicadosolamente desde esta perspectiva; la adolescencia se constituiría en unacategoría de orden imaginario-simbólico que englobaría y articularía una seriede procesos, que delinean en forma simultanea la fisonomía del fenómeno comoresultado de la interacción de sus diversos territorios: biológico, psíquico,histórico, social, económico, científico, político y filosófico.
La adolescencia puede ser considerada como elcaldo de cultivo donde fermentan las cuestiones ligadas a las instanciasideales y al proyecto identifica torio. Se trata del momento vital donde seinterrogan, se cuestionan, y finalmente se resignifican los datos estibados durantela niñez para comprender y semantizar los mecanismos del mundo adulto.
La perspectiva psicoanalítica no se ciñeúnicamente a la búsqueda de una nueva identidad, sino que también dirige suatención hacia el sufrimiento que conlleva la resignación de los lugaresperdidos de la historia infantil y hacia la entrada como sujeto semiautonomo alcorpus social adulto; la noción de trabajo es medular en la teoríapsicoanalítica: contiene la idea de movimiento pulsional, de construcciónrepresentacional, dinámica en juego, de creación, de elaboración. Llevaimplícita la noción de fuerza en el interior del aparato, que se hace tangibleen la producción de pensamiento, acto y discurso, capaz de investir un espaciodiferente y una representación de si diferente.
Como tiempo de tramitación psíquica constitutivala adolescencia promueve composiciones y recomposiciones libidinales,fanbtasmáticas, identificatorias y vinculares, definiéndose mas por lamovilidad de funcionamiento psíquico que conlleva que por una categoría deedad. Podríamos pensar en tres grandes tareas que todo adolescente deberesolver: la sustitución generacional; la reorganización identificatoria y laconstrucción de un afuera.
Elmovimiento de sustitución generacional es un tema complejo que moviliza toda laestructura vincular entre padres e hijos, tiene a la confrontación comooperación de impugnación y critica de lo heredado, y si bien no puedetransitarse sin desafió ni apremio tampoco esta excenta de angustia. En elindividuo que crece, el desasimiento de la autoridad parental es una de lasoperaciones más necesarias pero también más dolorosas del desarrollo.
Laidentificación constituye un pivot central en la constitución del psiquismocomo operatoria a partir de la cual se constituye y se transforma una persona,y la adolescencia es un momento clave de reorganización identificatoria, dondeel jugar a ser otro será con otros y estará movido por ideales, ilusiones yfantasías como propiedad de un yo que empieza a construir su propio proyectoidentificatorio.
La adolescencia no es unaapacible transición; desde lo intrasubjetivo se pone en jaque la organizaciónnarcisística obligando a un reacomodamiento en esa dimensión; desde lointersubjetivo el trabajo esencial es de reconocimiento, aceptación yapuntalamiento en el territorio exogámico, el que se abre con todo su potencialexploratorio.
Elacceso adolescente a un lugar simbólico distinto se define por la construcciónde un afuera como categoría que inscribe el crecimiento. Ello supone atravesarlos limites del territorio endogámico a través de una salida capaz de habilitarel encuentro con lo nuevo y diferente: “La clave del proceso adolescente resideen que lo extrafamiliar devenga mas importante que el campo familiar, incluso sobretodo en términos de economía libidinal”.
Los adolescentes son sujetos que, además de vivirlas vicisitudes de sus respectivos reposicionamientos identificatorios, seencuentran haciendo un trasbordo entre las estaciones de la niñez y la adultez.Ya no son niños pero todavía no son adultos. Su situación es compleja,contradictoria y ambigua, por lo que el trasbordo se hace en un clima detensiones, miedos y amenazas que tiñe agresivamente la vinculación entre losadolescentes y los adultos. (Estos últimos pueden postergar la entrega de laposta generacional, por vivirla como aniquilante).
Laremodelación identificatoria se constituye en el formato de un proceso derelevo y recambio de las viejas vestiduras con las que se cubría al yoinfantil. Los referentes familiares son ahora reemplazados y-o reensambladoscon los aportes provenientes de las nuevas identificaciones. Cada culturamoldea con sus prescripciones y prohibiciones los lugares-identidades a los quepueden aspirar y llegar a ocupar los sujetos que las integran.
Laremodelación identificatoria no se restringe solamente a la instancia yoica,sino que también alcanza al ideal del yo, por lo tanto, otros objetos seráncolocados en el lugar del ideal del yo, contribuyendo con el armado del proyectoidentificatorio-vocacional.
Si laoperación de confrontación no se habilita, el riesgo es que el adolescente, envez de adquirir una madurez que sienta real, sostenga una vida adptativa,pagando el costo de perder creatividad; si la tramitación de un proyectoidentificatorio no se alcanza, el adolescente podrá quedarse en quietud,alimentando el vacío, tal vez la depresión o un “llenado” artificial, como lasadicciones o los embarazos prematuros; el futuro que no se inviste como untiempo prometedor se vive como una promesa de vacío. Si la inclusión a lagrupalidad no se logra, la consecuencia es el encierro, la inhibición de lamovilidad social y la sensación ligada es la de no ser joven o de no estarprovisto para el intercambio.
Conclusiones
La pubertad marca un quiebre en la continuidadexistencial de todo individuo, algo nuevo irrumpe con fuerza, generandosensaciones de extrañeza y momentos de incertidumbre. El púber se mueve en unterreno poco conocido, donde la tranquilidad de un mundo estable parecetambalear. Por momentos se reconoce y por momentos no, el espejo comienza amostrarle que ya no es un niño: su cuerpo se ve diferente, y la gente se dirigea él de otra manera, esperando que asuma nuevas responsabilidades.
Necesitara de nuevos anclajesidentificatorios, de otros decires, que le permitan construir una nuevaidentidad.
Encircunstancias de tanto cambio, se torna crucial haber sido narcisizadosuficientemente en la niñez, obteniendo bases sólidas que permitan partir desdeallí hacia la construcción de un nuevo modo de ser, mas evolucionado; losdéficit previos en cuestiones de libidinización pueden hacer eclosión ahora,aprovechando la inestabilidad propia de alguien que necesita rearmarse y nocuenta con las herramientas necesarias para ello.
Lapubertad, asociada con cambios físicos que acontecen abruptamente, marca unhito en la historia de la personalidad: antecede y preanuncia a laadolescencia.
Elpúber ira dejando de idealizar todo lo referido a su hogar, ya no se contentaracon girar alrededor de sus padres, sino que buscara relacionarse con nuevaspersonas y aprender de ellas, tomando nuevos aspectos que aporten luz a suuniverso.
Estoshechos implican un gran esfuerzo, a nivel de trabajo psíquico: de a poco el púberse va transformando en adolescente y, al igual que la mariposa abandona suprimer cuerpo para poder volar, el adolescente deberá resignar lugares,certezas, comodidades, para buscar por si mismo un nuevo ropaje, una nuevaidentidad.
Sindudas se servirá de los cimientos que hayan otorgado por sus padres y otraspersonas significativas para comenzar a construir un nuevo edificio, pero ahorano serán ellos los “dueños de la verdad”, ni aquellos seres perfectos que enotra época imagino.
Enesta “salida al mundo”, el adolescente deberá desplegar capacidades yhabilidades que le permitan ganarse un lugar, puesto que en el espacioextrafamiliar será considerado en base a sus propios logros, y se esperara queel pueda asumir responsabilidades.
Tomardistancia con respecto a los padres no será fácil, pero si imprescindible paratodo adolescente que pretenda apropiarse de su vida y de su ser.
Enmuchas ocasiones los padres no facilitaran este despegue, pudiendo generar ensus hijos sentimientos de culpabilidad e ingratitud que entorpezcan la salidaal exterior. Dependerá de diversos factores que el hijo logre sobreponerse a lafantasía de asesinato o triunfo sobre sus padres, o que no lo haga, pudiendoquedar alienado a las figuras parentales y sus deseos.
La adolescencia lleva implícita la idea de permeabilidad ymovimiento, de modo que podría decirse que “no es adolescente quien llega sinoquien puede llegar a ser”.
Lic. Daniela Gastaldi
Bibliografía de referencia
· Aulagnier Piera: “La violencia dela Interpretación”
· Cao, Marcelo: “Planetaadolescente”
· Freud, Sigmund: “Duelo yMelancolía”
· Freud, Sigmund: “Introducción delNarcisismo”
· Freud, Sigmund: “Metamorfosis dela pubertad”
· Khan M. Masud R.: “Locura y Soledad”
· Rother Horstein, Maria Cristina:“Adolescencia, trayectorias turbulentas”
· Winnicott, Donald: “Deprivación yDelincuencia”