Avances de la ciencia Psicológica
EL FUNCIONAMIENTO DEL CEREBRO FRENTE AL SINTOMA
En el VII Congreso Internacional de Estrés y Trauma que se realizó el 28 al 30 de junio de este año, en Buenos Aires, se manifestó que los síntomas como: fobias, ataques de pánico, ansiedad de rendimiento, dificultades sociales, escolares, trastornos de conducta, angustia de hablar en público, enfermedades psicosomáticas, trastornos de la alimentación, dolor, vergüenza, culpa, desempeño laboral, mala imagen de sí mismo, depresión, trastornos del sueño; son producidos por eventos perturbadores que quedan en el sistema nervioso con la imagen, sonido, pensamientos y sentimientos originales de la experiencia difícil en la vida del sujeto como por ejemplo: asaltos, desastres naturales y todo tipo de incidentes traumáticos: violencia física, abuso sexual, muerte de un ser querido. Este material puede combinar material real con fantasía y con imágenes que representan el hecho o sentimientos reales al respecto por lo que se produce el síntoma.
Si realizáramos un estudio cerebral podemos ver como el cerebro da una respuesta orgánica frente al trauma: la amígdala y el hipocampo afectan al encéfalo, el lóbulo frontal (cuyas funciones son el lenguaje, planear, anticipar, no hacer cosas herradas, entender empáticamente) frente a un peligro se cierra, se siente excitado e intenta salvarse por lo que afecta no sólo la capacidad de dirigir la acción correcta sino también la capacidad de la modulación del pensamiento y del hablar. Si la hiperexcitación no tiene salida se produce el trauma y por lo tanto se recuerdan las sensaciones, (hay que reflexionar que uno no se acuerda tanto de los aromas, sensaciones de los momentos lindos; pero sí se acuerdan de aromas relacionados con las memorias traumáticas) y en consecuencia le cuesta ir a lugares y hacer cosas que le hace acordar esos eventos traumáticos. La amígdala está atenta frente a las cosas y generaliza, entonces se producen las creencias negativas frente a estos sucesos con respecto a uno mismo, también se producen emociones y si no se puede tomar decisiones se produce el estrés trauma.
Por consiguiente las víctimas de un trauma pierden: la capacidad de alternativa y de propósito, cambia la percepción de la realidad ya que ven al mundo de acuerdo a su trauma, tienen una desconexión que también es hacia otro ser humano, pierde la capacidad de conocerse internamente por lo tanto cambia la plasticidad de la persona. Las ondas inhibitorias del cerebro, al estar afectado por el trauma, hacen que uno no preste atención a otras cosas, y por lo tanto no procesa bien la información, hay dificultad en el aprendizaje porque no están en el aquí y ahora ya que son susceptibles al pasado.
El lóbulo temporal y frontal están disminuidos y lo emocional aumentado, cambia la experiencia física y la regulación de las emociones. Por eso es esa gran necesidad de que uno se sienta contenido, abrazado, con ganas de llorar. Como dijimos anteriormente, el sistema de memoria se ve afectado y luego el cerebro no permite el aprendizaje y la memoria queda con lo ordinario, con lo narrativo de las sensaciones, sentimientos.
No se cambia nada si no se cambia el estado fisiológico del trauma del paciente. Utilizando cada parte del cerebro en una actividad se cambia el tamaño de esa parte, y esto está comprobado científicamente que con unas 16 sesiones de las distintas técnicas de la terapia de avanzada: EMDR (Movimientos Oculares de Desensibilización y Reprocesamiento), EFT (Técnica de Liberación Emocional), mejoran los síntomas postraumáticos, ya que se libera el resentimiento, hace que el niño interior sea protegido, y efectivamente se supera el trauma, superando las defensas y síntomas que el estrés trauma provocó.
Tanto el EFT como Emdr son métodos psicológicos de la terapia de avanzada centrados en el paciente que permite que el terapeuta estimule los mecanismos de curación inherentes al propio sujeto. Se pone en marcha un sistema de procesamiento de información del cerebro con los componentes fisiológicos de las dificultades emocionales, es decir, es una oportunidad de procesar las emociones porque ayudan a reprocesar la información. Esto se realiza en un contexto seguro con apoyo emocional para que no sea retraumatizado. Se enfoca directamente en las sensaciones físicas además de las creencias negativas y estados emocionales de los síntomas que perturban al paciente. Una vez reprocesado el material se puede utilizar otras técnicas como: Psicodrama, Meditación, entre otras.
Reprocesado el material, el paciente se siente con auto-confianza, se compromete con la vida al verla diferente, al poder aprender de ella (capacidad que estaba limitada), el trauma desaparece y por lo tanto desaparecen los síntomas.
Lic. Pamela Haedo Psicóloga M.P 00681.
Creadora del Programa Psicológico Personalizado
Entrenada en EMDR. Miembro de EMDRIA Latinoamérica.